Archie, el noi que parlava amb elefants

Kenia, 1947. Una elefanta nace en un poblado cerca de la plantación de té de la familia Cunningham. La infancia del pequeño Archibald quedará marcada por este acontecimiento extraordinario. El vínculo que se establece entre ambos durará sesenta años, y nada, ni los cambios de continente ni las muchas vueltas que da la vida, conseguirá deshacer aquella amistad entre un niño y una elefanta, entre el hombre y la naturaleza. Sin abandonar África sólo con once años, el Archibald Cunningham siempre soñará volver y reencontrarse aquella amistad, pero sólo cuando llegue a los sesenta y seis años, después de jubilarse, conseguirá cumplir su deseo: volver a ver elefantes en libertad.