Los perdidos y los condenados

Con las defensas solares sobrepasadas por la devastadora fuerza de la armada de los traidores y el poder de la disformidad, Horus comienza el verdadero asalto contra el Mundo del Trono. Tras resistir una feroz lluvia de artillería, una inmensa guerra en la superfície da inicio en el exterior del Palacio, y cada centímetro de avance se paga con la vida de miles de millones. El frente es algo espeluznante, y el propio aire se torna veneno y sangre. Por muchos cuerpos que se lancen contra la trituradora, es imposible que los refugios exteriores resistan mucho tiempo más, ni siquiera con el apoyo de los primarcas leales al Emperador. Horus cuenta con sus propios generales a los que acudir... Entre las armas de plaga de Mortarion y la furia de Angron, los defensores se enfrentan a una batalla perdida.