Pedro Bermúdez de Santisso (Castropol, 1525) de familia hidalga y acomodada, pero no rica. Con 22 años le picó el gusanillo de la aventura y se embarcó, sin tener ideas muy claras de adónde iba, en Ribadeo, «para servir al Emperador Carlos V» de quien sólo sabía que estaba peleando contra luteranos en Alemania y contra sus súbditos en Nápoles para reprimir una sublevación contra el Virrey, Pedro de Toledo. El azar, más que una firme voluntad suya, le llevó a Italia, donde empezó su vida militar. Se desconoce la fecha de su muerte.