Ramón Eder (Lumbier, 1952) es un aforista singular, incómodo y necesario. Estudió filosofía en la Universidad de Vicennes, y no ha mostrado el menor interés por los géneros literarios mejor vendidos, como la novela o el ensayo. Cuando se decanta por alguno de los géneros históricos, como la poesía lírica o el relato breve, lo hace con actitud irónica y con ánimo intempestivo. Durante los últimos doce años, cultiva preferentemente y con innegable fortuna el pensamiento breve.