Manuel Escribano (Gerena, 1984) vinculado desde niño al mundo taurino, fue novillero entre los años 2000 y 2004, año este en que tomó la alternativa. Desde entonces está dejando una carrera taurina llena de gestas históricas y con hechos no tan amables de la vida torera (grandes cogidas, épocas de incertidumbre, una valoración relativa de su tauromaquia).