Nina Minina, la felina más destroyer de la red, es por naturaleza mal hablada, chisposa y arisca con la especie terrícola. Se confiesa anti-San Valentín, al que le gusta llamar San Tontín. Contradictoriamente, ya desde sus años de coletas ha sido fiel al género romántico, empezando sus pri¬meras lecturas dulcinómanas con Esther y su mundo.