Antonio Perales (Madrid, 1951). Chamberí pronto se convierte en su barrio y seña de identidad. De familia humilde, desde bien joven comienza a trabajar como botones y a observar las cosas desde el caleidoscopio de la cultura musical que llega de fuera. Tras un periplo en Benidorm como aprendiz de latin lover, decide dedicarse a la peluquería por completo, trabajando con los grandes maestros de los años setenta y ochenta.<br />Amigo de todos y enemigo de muchos más, su vida es un salón de variedades por donde desfila gente de todos los pelajes. Artista de la insistencia y gran maestro del intrusismo, Antonio Perales no es escritor, más bien es un vago constantemente ocupado que se ha centrado en la escritura de las aventuras de un personaje lleno de matices y con mucho de autobiográfico, Serapio Guitart.