Madrileño de nacimiento (1943), asturiano de raíces y de corazón, es diplomático. La mayor parte de sus destinos relacionados con América<br />–Guatemala, Nueva York, O.E.A., Subdirección General de México, Centroamérica y el Caribe, Embajador en Nicaragua y Colombia– crearon desde el principio en él un indeleble compromiso con aquel su querido continente. Un compromiso manifestado en la búsqueda permanente de resolución de conflictos y en encuentros con los gobiernos y guerrillas que culminarían con la firma de los acuerdos de paz en El Salvador (1992) y Guatemala (1996), y con la participación directa en las conversaciones del proceso para tratar de encontrar una solución al conflicto interno en Colombia, durante su estancia como Embajador en Bogotá. Como reconocimiento a su labor le fue otorgada la Medalla de la Paz.<br />Director General de Iberoamérica durante más de ocho años, le correspondió la coordinación de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno. Tras un breve destino como Embajador en la U.N.E.S.C.O. fue Presidente de Patrimonio Nacional, y Embajador en Viena.<br />En Guatemala, tras la ruptura de relaciones diplomáticas por el asalto a la Embajada de España, fungió como Consejero Técnico de Venezuela, acreditado ante el Gobierno guatemalteco.<br />Ha dictado y publicado numerosas conferencias y artículos sobre temas iberoamericanos.