(La Carolina (Jaén), 1921-2008) La guerra civil le sorprendió en Madrid, casi adolescente, como militante de la CNT, y terminó para él en el puerto de Alicante, viendo unos barcos que nunca lograría alcanzar. Vivió casi toda su vida en Madrid, en un discreto y desengañado exilio interior, dedicado a su familia y a su afición: la escritura. Sus últimos años los pasó en Luxemburgo, feliz aunque enfermo. Murió en esta ciudad en mayo de 2008, joven de espíritu pero quebrado de cuerpo, de eso que se suele llamar una larga enfermedad.