Justo Taladrid Catá (Magazos 1864-A Coruña 1938) emigró a Cuba con 16 años de edad. Se dedicó al comercio de sedería y tuvo uno de los mejores almacenes del ramo en calle Muralla de La Habana. Tras 35 años de trabajo, acumuló una notable fortuna, liquidó el negocio y fundó Vivero y su Comarca, sociedad benéfica.