Aliseda, una puta coja

Barba, M. R.

Aliseda vive sola, bebe, se prostituye y está por cambiar de ciudad y de oficio. Las historias que le van sucediendo son una odisea urbana con gente embarrada, cínica y extraviada en la que es desdichada, goza y cuando tropieza rabia porque también es coja. Hechos entretejidos con la relación compleja que mantiene con un niño que acoge al principio con rechazo y luego acepta en un espiral claroscuro que la atrapa y guarece. Vive harta de humillaciones y decepciones girando en un laberinto de alcohol, sexo y desarraigo que la hacen irreconciliable con lo establecido. Es obstinado personaje empeñada en escapar de la maldición a que se ve abocada de resignación y silencio. No acepta que es frágil y está indefensa, por eso chirría e intenta cargar con más de lo que puede. De esquivo pensamiento cede o arremete en sus azarosos encuentros y experiencias con sustos y gritos que ahoga en brandy y más derivas. Rechaza acostumbrarse a malvivir y no ser capaz de tirar de ella para ir a donde va.