Paz Sánchez, Manuel de
(ed.)
García Pulido, Daniel
(ed.)
Barrios Díaz, Sara
(ed.)
Editorial: Ediciones Idea
Colección: Rescate ; 44
Número de páginas: 346 págs. 22.0 x 14.0 cm
Fecha de edición: 18-03-2024
EAN: 9788419681836
ISBN: 978-84-19681-83-6
EAN: 9788417360191 (o.c.)
ISBN: 978-84-17360-19-1 (o.c.)
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Si dividimos la vida de Amaro Rodríguez Felipe en tres segmentos, correspondientes a 1678-1700, 1701-1725 y 1726-1747, durante la primera etapa no parece que comprase ningún esclavo ni que se hiciera cargo de apoderamiento alguno durante estos años primerizos. Consta, para la segunda etapa, que adquirió un hombre y tres mujeres de 15, 30 y 7 años, las dos últimas compradas a la misma persona. En 1710 se hizo cargo para venderlo en Caracas del esclavo Sebastián, quien, según se dijo, pudo escapársele y huir en pos de su libertad. Entre 1726 y 1747 obtuvo, al menos, dos hombres, uno de ellos por cesión y encargo de su propietario, y figuran cuatro féminas que, salvo excepciones, pudieron integrar su propio servicio doméstico. Se trataría, por tanto, de un total de siete mujeres y tres hombres durante toda su vida profesional, cuatro varones si se incluye su liberto Cristóbal Linche. No obstante, en 1726, el propio Amaro Pargo reconoció que poseía cuatro esclavos en Cuba y mandó venderlos. La posesión de esclavos y su comercio había desatado debates y protestas por su legitimidad moral desde hacía mucho tiempo, es una de las grandes contradicciones del siglo en el que nació la democracia moderna. Viera y Clavijo decía, con razón, que nuestros guanches "no tuvieron esclavos, ni jamás conocieron esta tiranía que tanto ha deshonrado a la humanidad".