Antigüedades de Mérida

metrópoli primitiva de la Lusitania : desde su fundación en razón de colonia hasta el reinado de los árabes

Forner y Segarra, Agustín Francisco

En el a�o 23 antes de Jesucristo era la Espa�a ya tan romana que se hab�an perdido por completo las primitivas leyes y costumbres, adapt�ndose en un todo las de Lacio; se perdi� � se oscureci� tambi�n la lengua patria, y todos hablaban lat�n. Contribuyeron � tan notable y radical cambio, por una parte las guerras sostenidas por espacio de tanto tiempo, que fueron enervando el caracter �spero � independiente de los espa�oles; por otra el establecimiento de tantas personas y familias romanas que ven�an � disfrutar las delicias de nuestro clima y las riquezas de nuestro suelo; la paz y el buen gobierno hicieron lo dem�s y contribuyeron a�n m�s que las armas � someter al imperio esta rica provincia, una de las m�s codiciadas de sus vastos dominios.
Acabadas del todo las guerras, era preciso disminuir y premiar al ej�rcito, y Augusto empez� por licenciar � todos sus soldados viejos, d�ndoles extensos terrenos que poblar, eligiendo para ello los sitios m�s feraces y pintorescos, y logrando as� conservar en el propio pa�s � los mismos soldados que m�s le hab�an ayudado � conquistarlo. Entre otros sitios fu� elegido el de aquella parte de la Vettonia donde hoy se asienta la ciudad de M�rida, concedido para poblar � los soldados em�ritos el a�o 23 antes de Jesucristo.

Del Cap�tulo primero