Cárceles imaginarias

Leante, Luis

La mejor obra del padre del «realismo mágico africano» Jesusalén es un lugar recóndito, imaginario, situado en un antiguo campamento de cazadores, donde Silvestre Vitalício se refugia para emprender una nueva vida, a la espera de que Dios se aparezca para pedir perdón a los hombres y, en concreto, a él mismo, por haberse llevado a su esposa. Con él viven sus dos hijos y el fiel militar Zacaria Kalash. A través de la mirada inocente de Mwanito, el hijo pequeño, se nos revela el día a día de un universo regido por la demencia y la irracionalidad, por el despotismo particular de ese padre atormentado que impone unas normas casi siempre arbitrarias. En Jesusalén está prohibido cantar, rezar, leer, escribir, y hasta imaginar y soñar. El mundo se ha acabado, no hay más hombres aparte de ellos, no existen las mujeres. O eso querría Silvestre.