Terradillos Ortega, Victorino
(ed.)
Editorial: Cuadernos del laberinto
Colección: Berbiquí ; 32
Número de páginas: 200 págs. 24.0 x 17.0 cm
Fecha de edición: 18-04-2022
EAN: 9788418997259
ISBN: 978-84-18997-25-9
Precio (sin IVA): 14,42 €
Precio (IVA incluído): 15,00 €
La poesía queda como un reducto de silencio en los pueblos, en los prados, dentro del interior del bosque, y, muy profundamente también aparece lo poético en cada interior de las personas, vivan donde sea, ciudad o calle vacía, viajando o en lo más perdido de un desierto, en el concierto musical y en la soledad más total. Nos pertenece lo poético, el misterio de la palabra, la sinfonía inacabada que vibra en el ser personal y de la naturaleza.
¿Fue un poeta este santo franciscano, fray Pedro de Alcántara? Cierto que vibraba con la naturaleza viva, en medio del paisaje, en el interior de su pequeño convento, y que daba voces en medio del bosque al sentir y contemplar la hermosura de la creación y la magnificencia del Creador. Como el Hermano Francisco de Asís.
Acercarse a su figura, persona, vivencia ha producido versos y cantos, poemas de lo más variado a lo largo de los tiempos, y, en este momento actual, cuando alguien se asoma a las simas de su persona, tan mística, penitente, dulce, de palabra suave, no hace sino prorrumpir en creaciones de versos o prosa. Siempre inspira fray Pedro de Alcántara, el santo de la Reforma más austera y misionera.
Aquí hay unos ejemplos de poetas que, en actualidad, han querido ser cantores para unos días de fiesta y regocijo, presentando en sus composiciones miradas o lenguajes que confluyen en un Cuadro lleno de armonía y belleza.
Se trata de recoger en bandeja de plata y bordado fino el espíritu místico que aletea siempre en la figura de este gigante y pasmo de la dulzura y de la penitencia, de la afabilidad y lindo entendimiento.
San Pedro de Alcántara no se decidió a escribir sino bajo la presión de una petición, pero nadie duda que en su interior está la altura más sublime del Amor y de las expresiones del Cantar. Ahora, sencillamente y de modo amigable, otras personas tratan de hablar de él utilizando la forma poética, que siempre guarda algo de más allá, de misterio, de evocación y alcance.