Curiosidades antiguas sevillanas

estudios arqueológicos

Gestoso y Pérez, José

Jos� Gestoso y P�rez (Sevilla, 1852-1917) fue profesor de Concepto e Historia del Arte, vicedirector de la Academia de Buenas Letras, secretario general de la de Bellas Artes, correspondiente de las Reales Academias de la Lengua, de la Historia y de San Fernando y miembro de otras muchas instituciones culturales nacionales y extranjeras. De grand�sima cultura e inteligencia, estudi� como pocos la historia y el presente de esa su Sevilla de fines del siglo XIX. Insigne arque�logo e historiador, amante del arte, escritor, investigador y archivero, tan completo hombre nos muestra a trav�s de su obra una Sevilla ya desaparecida y otra de la que procura recopilar informaci�n antes de que se extinga, haciendo copias de archivos, anotando datos y dejando por escrito sus tradiciones.
La figura de Gestoso es fundamental para la historia de la capital andaluza; fue �ste durante su vida efectivo defensor del patrimonio cultural sevillano y testigo del cambio que sufr�a la metr�poli. Como miembro y vicepresidente de la Comisi�n Provincial de Monumentos Hist�ricos y Art�sticos, tom� parte activa en numerosas restauraciones llevadas a cabo en edificios tan emblem�ticos como la Catedral, el Alc�zar o la Torre del Oro y en 1886, a iniciativa suya, se cre� el Museo Arqueol�gico Municipal. Su obra Curiosidades antiguas sevillanas, impresa en la oficina del peri�dico El Universal en 1885, edici�n aqu� recogida, rescata diversos aspectos hist�ricos de Sevilla desde el siglo XV hasta la fecha de impresi�n.

El deseo de salvar del olvido antiguas memorias de sucesos y cosas que yacen en nuestros Archivos y Bibliotecas, mi aficion constante � investigar cu�nto se relaciona con las famosas obras art�sticas que los esclarecidos maestros de otras edades dejaron en nuestro suelo y el inter�s en dar � conocer algunas inestimables joyas arqueol�gicas que poseemos, desde�adas por el vulgo alto y bajo me ha movido � tomar la pluma en muchas ocasiones para llamar encarecidamente la atencion p�blica acerca del abandono en que unas yacen, de la importancia de otras y de la interesante historia de muchas, dignas bajo todos conceptos del mayor respeto y de profunda veneracion.