Franco Sánchez, Francisco
(ed.)
Gisbert Santonja, Josep A.
(ed.)
Editorial: Universidad de Alicante
Editorial: Instituto Egipcio de Estudios Islámicos
Número de páginas: 392 págs. 29.7 x 21.0 cm
Fecha de edición: 20-09-2019
EAN: 9788413020136
ISBN: 978-84-1302-013-6
EAN: 9788494811647
ISBN: 978-84-948116-4-7
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A poco de haber superado el año 1000, encontramos como señor de Denia a un antiguo servidor palatino y alto funcionario de la familia de Ibn Abī ‘Āmir Al-Manṣūr, Almanzor, que había sido capturado de niño como esclavo y formado en esta corte califal cordobesa. Abū l-Ŷayš Muŷāhid al-‘Āmirī sirve al poder cordobés como gobernador y almirante de la flota omeya en esta estratégica ciudad portuaria.
Tras participar en Córdoba, junto con otros altos funcionarios eslavos, en el golpe de estado que buscaba aupar al califato a al-Mahdī, en 1010, y tras fracasar, sumidos en plena guerra civil o fitna (que, a la postre, llevará en 1031 a la disolución del Califato omeya de occidente), Muŷāhid va a Tortosa, luego a Valencia, y en 1012 finalmente vuelve a Denia, para proclamarse soberano de un reino autónomo, tomando el título de al-Muwaffaq bi-llāh ‘el bendecido por Dios’. Gracias a la flota califal allí amarrada, se consolida como el señor del mar de occidente, imponiendo su poder sobre el Mediterráneo por medio del corso, pero también del comercio con el oriente musulmán.
De este modo, desde el 1010 en que se declara independiente Muŷāhid al-‘Āmirī, nombrará como su califa a ‘Abd Allāh al-Mu‘ayṭī en 1013 (según Ibn al-Aṯīr fue proclamado a fines de 1014) y unos cinco meses después anexionará las islas Baleares a su estado marítimo. En verano del año 1015 intenta la invasión de Cerdeña, el golpe maestro que hubiera supuesto la creación de un estado verdaderamente marítimo e independiente de la vecindad de cualquier otro gobierno musulmán andalusí. No le sale bien y retorna a su sede dianense. A ello le sigue un periodo de esplendor que no tendrá parangón en el Mediterráneo occidental.
En este estado independiente andalusí, Muŷāhid tuvo una corte frecuentada por literatos, expertos en ciencias de la religión, pero también astrónomos y médicos. Junto con ellos, convivirán pilotos de navegación o expertos artesanos y comerciantes llegados a Denia desde el Mediterráneo cristiano o musulmán. Entre todos, en este ambiente portuario, convertirán en mítica la figura de Muŷāhid (puesto que, con el nombre de Mugetto, o Musetto, siglos después de su muerte su nombre ha seguido provocando temor a lo largo de la costa occidental italiana).