El bosque de los inocentes

Moreno, Graziella

Ha sido el mismo sueño que la desvela cada noche. Lo recuerda perfectamente todo, excepto el final que le ha causado terror. Su propio grito la ha despertado, y entonces se ha encontrado con algo para lo que no tenía explicación.
Poco después Iris acepta la invitación de su tía a pasar el fin de semana en el pueblo al que iba de pequeña. Está convencida de que allí podrá olvidarse de Barcelona, de los casos que tiene que llevar en el bufete de abogados pero, sobre todo, dormir de un tirón y descansar. En Rocablanca, cuyo recuerdo está bañado por la luz de los veranos de la infancia, los juegos junto al pozo y en el bosque, podrá sin duda escapar de esa pesadilla.
Embargado por un mal presentimiento Carlos, cabo de los mossos d'esquadra, estudia el plano del bosque espeso y viejo que rodea el pueblo mientras organiza las tareas del equipo de búsqueda. Desde que la tarde anterior Julián, de once años, pasó por su casa a recoger la pelota para jugar al fútbol con sus amigos, nadie ha vuelto a verle. Y el tiempo corre en contra, porque en otoño los días son cortos.
Solo llegar, Iris ve los letreros con la foto de un niño en todos los árboles y las farolas. Esa misma noche sueña de nuevo. Algo distinto, con un tono apremiante. Sueños como este ya le trajeron problemas en el pasado, cuando consiguió desterrarlos. Sin embargo ha llegado el momento de dejar de darles la espalda y empezar a investigar. En sí misma, en su pasado y en lo que está sucediendo en Rocablanca.