Editorial: Generalitat Valenciana
Número de páginas: 352 págs. 31.0 cm
Fecha de edición: 01-01-2011
EAN: 9788448256500
ISBN: 978-84-482-5650-0
Precio (sin IVA): 38,46 €
Precio (IVA incluído): 40,00 €
Ésta es la primera vez que se expone en España la obra de Robert Morris, artista que sí ha expuesto ampliamente sus trabajos en Europa y Estados Unidos. Asimismo, se trata de la primera exposición que tiene en cuenta el conjunto de sus dibujos desde 1955 hasta la actualidad, incluyendo obras nunca expuestas anteriormente. Robert Morris, uno de los artistas contemporáneos más influyentes, nació en Kansas City, Missouri, en 1931. Su carrera abarca la performance, pintura, escultura, arte conceptual y minimalista, obras hechas con tierra e instalaciones a gran escala. La presente exposición define los dibujos de Morris como un conjunto autónomo de obras, un medio de expresión a la vez que un modo de estudiar detenidamente problemas personales y filosóficos en una especie de auto-investigación, conformando así una narrativa de la carrera y el pensamiento del artista.
Al utilizar los dibujos como estudios de pinturas y esculturas, diagramas, así como documentos de procesos físicos, Morris redefine el papel de éstos mediante la exploración de nuevos medios y técnicas. Sus dibujos monumentales que amplían la imagen desde la página al mural son una innovación característica del arte contemporáneo con referencias al mundo antiguo y al renacimiento. Los dibujos se enriquecen con las alusiones del artista a la arqueología y la filosofía así como a los viejos maestros, Durero y Leonardo da Vinci, y a los del arte moderno, como Cézanne y Pollock. Entre las obras expuestas por primera vez se encuentran los dibujos basados en Goya, el artista que más aflora en la mente de Morris cuando explora los desastres y sinsentidos de los siglos XX y XXI.
Para Morris el dibujo se convierte en el principal medio de solucionar los problemas estéticos que le han preocupado desde su decisión de abandonar la pintura en 1958 -año en que ARTnews lo nombró mejor pintor joven de Estados Unidos. Morris empezó a dibujar siendo niño y lo ha seguido haciendo sin interrupción a lo largo de toda su vida. En el dibujo encuentra finalmente la forma de expresar sus dotes de pintor sin rendirse al academicismo o a una ilustración superficial de su continuo compromiso político, como ejemplifica la serie final de los dibujos Blind Time inspirada en escenas de tortura de Guantánamo.
El dibujo permite a Morris explorar nuevos territorios, especialmente los relacionados con la imaginería representativa -vetada en la pintura por académica- y una escala arquitectónica hasta ahora desconocida en el dibujo. La naturaleza íntima y privada del dibujo también le permite cierto grado de expresión personal, ausente en sus trabajos tridimensionales.