El gran Mónico

la insólita aventura de un ingeniero manchego en tiempos de crisis

Lozano Leyva, Manuel

Mónico Sánchez nació en medio de la miseria en un pueblecito perdido de Ciudad Real, en 1880. Su talento y su tesón le llevaron a Nueva York, donde se convirtió en uno de los adalides de la incipiente tecnología de la electricidad. Dispuesto a traer la tecnología de los rayos X a España, montó una central eléctrica y una fábrica en plena La Mancha: el Laboratorio Eléctrico Sánchez, probablemente el centro tecnológico más avanzado del país en su época. Esta odisea personal, asombrosa dados los orígenes del personaje, acabó frustrada por las turbulencias de los años treinta y la miopía de las autoridades españolas. Pero el ejemplo del gran Mónico, para lo bueno y para lo malo, es una fantástica lección en los tiempos que corren.