Editorial: Vivelibro
Número de páginas: 92 págs. 21.0 x 15.0 cm
Fecha de edición: 21-08-2014
EAN: 9788416198405
ISBN: 978-84-16198-40-5
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Precio (IVA incluído): 15,00 €
El jardín de la insolencia es la historia de un suicidio, basado en un hecho real, transferido a novela y relatado con toda la delicadeza y sensibilidad que se puede expresar tal experiencia para que así parezca. El jardín de la insolencia es un relato donde existe poca conversación, solamente la justa y concisa, descubres como son los personajes desde su interior, cada detalle con la exquisitez que le corresponde y los lugares esenciales, aquellos que son valiosos y que están incluidos en ella.
Aquello que vemos y observamos es sin duda alguna y en la mayoría de los casos más relevante y significativo que aquellas conversaciones amplias y extensas, cuando hablar por hablar no tiene sentido. No ha sido tarea fácil de realizar, pero si expresas parte de tu vida con inspiración e imaginación no resulta tan complicado. No es un agradecimiento, tampoco lo expongo alegremente, pero si lo miras con los ojos del alma puedes ver en su esencia la magia del espíritu. Por controvertido que parezca se diría que a la vez de triste, también resulta e extraño pero muy gratificante poder narrar parte de mi propia vida, he procurado darle un aire dulce, como si de un cuento se tratara, exponiendo su mensaje para satisfacer al lector. Y aunque nada es lo que parece, puedo asegurar que en su momento fue cosa de no pensar, de no mirar tan profundo, de no analizar tanto, de no querer saber cuánto, porque el tiempo y su razón me demostraron más tarde que todo ocurre según el orden establecido. Entonces fue cuando llegué a la conclusión de que no puedes decir no puedo ante la evidencia, es obvio. Y si la vida te ofrece su acritud y se te vuelve del revés, es necesario enderezarla, mirarla de frente y con fuerza para extraer de su esencia aquello que más tarde nos ha de iluminar. Evolucionamos a pesar de no ver el cambio inmediatamente, reconocemos que la tierra elige lo que decide llevarse, disponiéndolo todo a su antojo y merced, con su especial diligencia e inevitable consecuencia. Así mismo la vida otorga y ella misma le ofrece a la tierra lo que no nos pertenece, de hecho, nunca nos perteneció.