Becerra, Carmen
(ed.)
Editorial: Fundación José Antonio de Castro
Colección: Biblioteca Castro
Número de páginas: liv, 520 págs. 22.0 x 14.0 cm
Fecha de edición: 02-09-2019
EAN: 9788415255611
ISBN: 978-84-15255-61-1
Precio (sin IVA): 46,15 €
Precio (IVA incluído): 48,00 €
Obras incluídas: El burlador de Sevilla y convidado de piedra / Tirso de Molina. La venganza en el sepulcro / Alonso de Córdova y Maldonado. No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague / Antonio de Zamora. El estudiante de Salamanca / José de Espronceda. Don Juan Tenorio / José Zorrilla.
“Que el mito de Don Juan es uno de los más notables y proteicos de entre los que forman parte de las mitologías de la cultura occidental, nadie lo discute” afirma Carmen Becerra en el prólogo que abre el volumen dedicado a rastrear el mito en cinco obras clave. Desde el barroco Burlador de Tirso a su culminación en el Romanticismo con el Tenorio de Zorrilla podremos apreciar cómo se va transformando el personaje en virtud de cada época, manteniendo elementos constantes como la muerte, el grupo femenino y el héroe.
En el siglo XVII España vive un tiempo de retracción. Pestes, sequías y guerras marcan una época de luces y sombras, de oro y harapos. Un ambiente de contrarreforma en que la religión es norma de vida y valores como el honor, la fugacidad de la vida o el principio de justicia poética cobran protagonismo. A ello se añade el apogeo del género dramático (se crean teatros estables en patios o corrales de comedias) y la genialidad de algunos artistas como Tirso de Molina. He aquí el escenario del que nace Don Juan.
El burlador de Sevilla y convidado de piedra se publica en 1630. La duquesa Isabela, la pastora Tisbea o doña Ana de Ulloa son solo algunas de las víctimas de los engaños de este galán, que conquista amores a golpe de disfraz para salir huyendo en cuanto satisface su deseo y desafía a lo sagrado al aceptar el convite de un difunto que le arrastrará hasta la tumba. Con la muerte del héroe, Tirso hace que se restaure el orden establecido y gracias a su hábil manejo de un ritmo vertiginoso, así como del contraste entre pasajes cómicos y dramáticos logrará sentar las bases de esta criatura mítica. Un apuesto joven de buena familia que audaz e insolente infringe continuamente el código moral que su condición le impone. Un profesional de la burla qué más que seducir, engaña amparándose en el escudo protector de su condición social. Sin embargo, don Juan no logra escapar a la justicia de Dios. Su castigo no puede provenir de una sociedad corrompida en todos sus niveles sociales sino por un poder ajeno a ella. Y de ahí apreciamos la crítica explícita del autor en muchos de sus versos que no resuenan tan arcaicos: “La desvergüenza en España se ha hecho caballería”.