En el istmo también los ruiseñores pensamientos te despiertan el alba

Padorno, Eugenio

Anoche llegué al sueño con un verso de G.Seferis, que había mentalmente repetido durante la tarde como música pegadiza y anduve absorto por el paseo con ese eufórico enjambre de sonidos; lo cierto es que hoy, con las primeras luces, de nuevo, el verso volvió a emerger en la temprana vigilia, Pero no con exactitud: comprobé de inmediato que, macerada en un reposo discontinuo, aquella línea del poema, se me presentaba de este otro modo