Fin de trayecto

Ávila Cabezas, Miguel

El problema es el tiempo, o más bien el transcurso del mismo, que como eje giratorio de la mareante realidad se va tornando en objeto de profundas reflexiones, siendo la rumia fuente inagotable de dudas de difícil resolución. Ante ello no hay otra escapatoria que la de poetizar el mundo, singularizarlo a través de la palabra, embelleciéndolo, caricaturizándolo y mostrándolo crudamente si es necesario. La duda se disipa o se vuelve más grave cuanto más próximo al borde del abismo. Ante semejante caos, una de esas respuestas habrá de ser, necesariamente, la memoria, materia intangible capaz de convertir el instante vivido en eterno recordar. Así, cristaliza lo efímero en el poema, que de alguna manera sublima lo que parece estar ya condenado al olvido. La figura femenina se constituye en salvaguarda de esos recuerdos. Omnipresente en el transcurso de la obra es, además de objeto del recuerdo, también testigo necesario y, sobre todo, triunfo sobre el olvido.