Gazapos y gazapillos del Quijote

Rodríguez Díez, Manuel

Los gazapos y ‘gazapillos’ quijotescos que, a lo largo de los años, he ido subrayando en mis diferentes quijotes, no son publicados en estas páginas en plan de crítica a Cervantes y a su obra maestra, sino todo lo contrario. Para empezar, sabemos a ciencia cierta que alguno de los que aparecen en las primeras ediciones de la obra son responsabilidad de impresores y editores, con mucha más independencia entonces en lo que a la publicación de un libro se refiere que la que tienen sus colegas modernos. Por otra parte, los gazapos que puedan ser responsabilidad directa del autor, son en realidad una especie de homenaje al Cervantes-hombre que, como tal, estaba sujeto a equivocaciones y olvidos; al Cervantes-escritor que, quizás porque no vio en su trabajo la importancia que la historia le daría, no se molestó en corregirlos; al Cervantes-mago que, contagiado de su inmortal personaje y dejándose llevar por uno de los amigos encantadores del mismo en un vuelo por el tiempo, previó que en el futuro habría ‘caza gazapos’ como yo, y los sembró adrede en su obra para retarnos a encontrarlos. Mientras escribo esto, veo en mi mente la cara de un hidalgo “de complexión recia, seco de carne y enjuto de rostro” que me guiña picarescamente un ojo como diciéndome que está de acuerdo con mi última aserción. Vale