Hallazgo del rumbo transparente

Rojas, Eduardo Pompeyo

Como conjunto de poemas, con atisbos de prosa poemática en alguna inesperada esquina de su entramado, estos versos han surgido como el lento y trabajoso goteo de una ventana que, por años y años, ha hecho camino solamente hacia adentro. Allí sus abiertas visiones se disolvieron en un fluir de vivencias sin destino conocido, algo así como humedales sin salida al río. Aconteció entonces que la casa se cubrió de plantas, las que perdieron el rumbo junto con su morador, pues no hay cosa en la vida que reemplace la pérdida del sentido de un curso madre o padre. Ante una impensada parálisis, todo se transforma en duda, bifurcación y temprano hallazgo de lo imposible. Quizá llegará el instante de un retorno hacia el pulso que puedan trasmitirnos providenciales compañeros de ruta, ya sean humanos, algunas veces, o divinos, siempre, como los animales y las plantas. Así podrá continuar nuestro molino, decantando el transparente camino del agua, sabiendo que para eso vivimos.