La coleta de Disney

Figueras, Antonio M.

Sastre es un detective de medio pelo ante un caso con poco recorrido: una mujer, que afirma haber sido novia de juventud de Pablo Iglesias, el líder de Podemos, le pide que le investigue. Ella está convencida de que el político es otra persona distinta, que le han usurpado la identidad y nos han dado el cambiazo. Con pocas ganas y menos recursos, realiza sus primeras pesquisas. Muy pronto se percata de que algo huele a podrido en la política española, que su humilde tarea está provocando nervios en las más altas instancias del país y que la trama tiene el tamaño de un agujero negro.
Al protagonista de La coleta de Disney la vida le ha pasado por encima (y por debajo y a un lado y a otro). Divorciado en unas condiciones peculiares, perjudicado por el Expediente de Regulación de Empleo que le dejó fuera de un importante bufete de investigadores, víctima de un desahucio, mantiene un historial plagado de adicciones. Hombre de poca fe, solo está convencido de que la izquierda en España necesita resetearse.
Con un humor que roza el disparate, la novela La coleta de Disney no deja muchos títeres con cabeza. Y Madrid al fondo, una ciudad donde los pasajes de la memoria muestran que la cosa iba en serio.