Laparra, Miguel
(ed.)
Zugasti Mutilva, Nerea
(ed.)
Sánchez-Salmerón, Víctor
(ed.)
Editorial: Dykinson
Número de páginas: 362 págs. 24.0 x 17.0 cm
Fecha de edición: 08-04-2025
EAN: 9791370061227
ISBN: 979-13-7006-122-7
Precio (sin IVA): 28,85 €
Precio (IVA incluído): 30,00 €
El sistema de servicios sociales, que en su momento se denominó “sexto sistema de protección social” ha devenido en una parte crecientemente significativa del Estado de Bienestar tanto por sus dimensiones como por la especial sensibilidad de sus programas: la protección de la infancia y la familia, la atención a la discapacidad o a las situaciones de dependencia para el desarrollo de las actividades de la vida diaria, los programas orientados a la inclusión de los sectores excluidos o la protección económica de carácter asistencial. Tienen una importancia creciente en la respuesta a nuevos retos como el apoyo a la conciliación, la acogida e integración de la población inmigrante o el apoyo a las personas víctimas de violencia de género.
Con estas funciones, los servicios sociales se enfrentan a toda una serie de retos de carácter estructural (envejecimiento de la población, transformaciones de los modelos familiares, intensificación de los procesos migratorios, cambios en el modelo productivo y las dinámicas de la exclusión social…) que someten a una fuerte tensión a este sistema de protección social, uno de los ámbitos más tensionados del Estado de Bienestar.
Frente a estos retos, los servicios sociales han experimentado un notable refuerzo de los recursos durante las últimas décadas. Pero una respuesta puramente incrementalista será insuficiente si los servicios sociales no afrontan un profundo proceso de reformas. En España, se están desarrollando diversas líneas de reforma, con ritmos, énfasis y orientaciones que presentan diferencias notables en un sistema fuertemente descentralizado. Las respuestas de las CCAA han sido diversas: unas más relacionadas con la regulación y la gobernanza, otras con los modelos organizativos, de atención y segmentación de la demanda, y en otros casos, buscando mecanismos de colaboración intersectorial o la cooperación del tercer sector. Valorar estas respuestas desde la perspectiva europea del paradigma de la inversión social, analizando su potencial transformador, debería ayudar a encontrar las fórmulas más innovadoras y eficientes para afrontar los enormes retos a los que nos enfrentamos, como parte de un proceso colectivo de reflexión y aprendizaje mutuo.