Los frutos del árbol seco

Diez de Ponga, R. Martín

Estos veinticinco poemas son las ramas, las veinticinco ramas “del Árbol Seco”.
La rama que alarga mi sombra; la rama con forma de ola; la rama que señala la ciudad; la rama que perdió sus días; la rama que amanecía despacio; la rama tersa de tu recuerdo; la rama fría de la noche; la rama que lucha contra el viento; la rama a la que trepé de niño; la rama en la que despertó el nuevo año; la rama que abortó sus frutos; la rama que se perdió entre las demás; la rama de los vencejos; la rama que mira las amapolas; la rama donde muere el día; la rama de los calendarios grises; la rama de los días anteriores; la rama que se humedecía con el rocío; la rama que no alcanza a sujetar el cielo; la rama extraña de sí misma; la rama donde no paraba de llover; la rama donde se posó la melancolía; la rama vestida de escarcha; la rama que añoraba la nieve y la rama que manchó el suelo con su sombra.
Veinticinco ramas “del Árbol Seco”. Al igual que yo, a merced del tiempo.