No siga ese pájaro

Zúñiga, Martín

Hay una fuerza en este poemario, un delirio de imágenes, un posicionamiento lírico ante la realidad y una novedad que conmueven. La brillantez, inteligencia, sensibilidad, empatía, ironía y más desbordan las páginas de las tres partes en que se estructura este libro, que se apoya en la vanguardia y en la feliz asimilación de un enorme poso cultural para abordar poéticamente una nueva era. Este sí: un libro fundamental. Conjetura 1: Bebo apoyado en mi lanza La flaca silueta de las casas crece desde mis pies / bajo un cementerio de nubes / como naves colisionadas. / Atardeces. Repiqueteos de tacones trotan / en todas direcciones desde un ojo de buey en las puertas. / Alguien llama con la desesperación en los nudillos. / La puerta se abre a las soledades / de las pantallas que ciegan como eclipses de cerca / y el sonido de una sombra se siente en oscura fuga / como la explosión de Neo Tokio, / como las cataratas en Tatooine y / ríos de anís e hinojo golpean el olfato de mis sabuesos / Mientras veo cómo caen dormidos. ¡Aídemi!