Editorial: Centro de Estudios Europa Hispánica
Colección: Obras sobre papel
Número de páginas: 440 págs. 27.5 x 22.0 cm
Fecha de edición: 05-05-2025
EAN: 9788418760525
ISBN: 978-84-18760-52-5
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Precio (IVA incluído): 45,00 €
Por primera vez se ofrece en este libro un balance de la vida y la obra de Pedro de Villafranca y Malagón (h. 1615–1684), cuya inigualable maestría en el manejo del buril fue reconocida con su nombramiento en 1654 como grabador del rey, cargo que nadie más que él ocupó en tiempos de Felipe IV. Sus retratos guardan una estrecha relación con los de Velázquez, pues muestran la misma habilidad por parte del artista para captar el carácter de sus modelos. Al margen de las efigies del monarca y su familia, Villafranca realizó más de trescientos grabados –sobre todo ilustraciones para libros–, pero trabajó además como pintor, restaurador de obras de arte, tasador y responsable de programas decorativos.
Durante el siglo XVII España experimentó enormes cambios económicos, sociales y artísticos que afectaron no sólo a la capital, sino a todo el imperio, y la obra de Villafranca es reflejo del panorama de la estampa en Europa. En ella se advierte además la huella de otros artistas influyentes, entre ellos Peter Paul Rubens. Las espléndidas obras de Villafranca permiten apreciar sus colaboraciones con Francisco Rizi o Sebastián de Herrera Barnuevo, por ejemplo, y demuestran su aguda conciencia de los avances artísticos del momento, así como su voluntad de atender las demandas de quienes controlaban y manipulaban las imágenes con fines políticos, religiosos, intelectuales y artísticos. En este sentido, el estudio de su obra grabada es una herramienta clave para comprender los mecanismos de transmisión de la cultura visual en las últimas décadas del Siglo de Oro.