Perspectiva oscura del mejor mundo de todos los mundos

Khatskevich, Aleh

Alex, alcohólico de fines de semana, ha perfeccionado el arte de destruirse con elegancia. Vive solo, entre botellas, apagones de memoria y recuerdos fracturados, preparando con entusiasmo su enésimo intento de dejar el alcohol. El problema es que siempre hay un viernes a la vuelta de la esquina. Su vida oscila entre la rutina decadente y la ilusión de una felicidad inalcanzable, reflejada en su hija Denise y en los fragmentos de un pasado ya borroso. Mientras el alcoholismo lo consume —euforia, vómitos, ansiedad, pérdida de control—, Alex se aferra a una voz interior que aún susurra: «¿Y si…?». En su mente, dos mundos colisionan: uno hundido en la repetición desesperada del placer inmediato, otro que, con torpeza y ternura, anhela algo mejor. Perspectiva oscura del mejor mundo de todos los mundos explora, con humor negro y una mirada brutalmente honesta, los límites del deseo, el autoengaño y la esperanza. ¿Podrá renacer cuando la voluntad flaquea? ¿Hasta qué punto una persona adicta es responsable de sus actos? ¿Logrará deshacerse de su adicción o se enfrentará al fracaso? Una historia de supervivencia que se arriesga a mirar de frente lo que la mayoría prefiere ignorar, un espejo roto donde muchos reconocerán sus propias grietas.