Poder, familia y religión

las hijas de los condes de Aguilar en la Castilla renacentista

Moreno Ramírez de Arellano, Miguel Ángel

Fiel a la idea de aportar nuevos datos históricos al acervo cultural riojano, Moreno ofrece una visión intimista de los miembros femeninos pertenecientes a este linaje nobiliario, una tarea compleja teniendo en cuenta la carencia de registros parroquiales y de actas notariales durante gran parte del siglo XVI. Asumiendo estas carencias, y como telón de fondo para ubicar a los principales protagonistas del relato, el autor sitúa a los lectores en la ciudad de Burgos, eje central artístico y financiero del norte peninsular, propiciado por las grandes ferias castellanas y el comercio lanero con los puertos del Cantábrico. Una prosperidad que se irradiaba también al panorama riojano. Con todo, el relato principal se centra en Juana y Mariana de Arellano, hijas de los IV condes de Aguilar, que, siguiendo la costumbre familiar, profesaron en Las Huelgas burgalesas, el monasterio femenino más importante de la cristiandad. Como detalla Moreno en el recorrido histórico, la vida de las jóvenes hubiera transcurrido plácidamente si Teresa de Jesús, en su postrera fundación de carmelitas descalzas no hubiera realizado una visita “inoportuna” al cenobio cisterciense que provocó un seísmo en su comunidad, anhelante de ingresar en la orden teresiana. Como descubre el relato, curiosamente, solo fueron elegidas por la Santa las dos Arellano, circunstancia que enfrentó a ambas órdenes religiosas con tan grave escándalo que obligó a intervenir a Sixto V desde la curia pontificia. Como epílogo, el libro ofrece una breve reseña de Ana de Arellano, hija de los condes de Alcanadre, más conocida por Ana de la Trinidad, quien, unas décadas después al igual que sus parientes, abandonaba el monasterio de Herce para ingresar en las carmelitas descalzas de Calahorra en circunstancias similares.