Editorial: Temporae
Número de páginas: 304 págs. 20.0 cm
Fecha de edición: 01-03-2016
EAN: 9788415801399
ISBN: 978-84-15801-39-9
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La zona de Puente de Segovia y la Puerta del Ángel forman parte, junto a su inseparable Casa de Campo, del mismo espacio geográfico, del núcleo original en el que se creó Madrid. La vega del río Manzanares, antes llamado Guadarrama de Madrid, es una zona habitada desde muy antiguo, y la confluencia de los arroyos Meaques, Luche y San Pedro forma un entorno privilegiado bajo las colinas en las que se fue desarrollando el núcleo urbano, formando parte indisociable de éste.
Del mismo modo, la ribera del río es la vega primordial, la naturaleza cercana que desde Madrid se divisa a poniente, su recurso primario de supervivencia: la agricultura, la recolección, la caza, la pesca, la madera para la leña y la construcción, el agua para subsistir.
Antes de la reconquista cristiana, toda la zona era un verdadero bosque de robles, encinas, olmos, fresnos, álamos, sauces, encinas, coscojas, almendros, manzanos, perales, quejigos, olivos, higueras y otros frutales y multitud de especies que fueron desapareciendo irreversiblemente, aunque parcialmente se vayan recuperando algunas en los últimos tiempos. A medida que Madrid creció, el entorno se modificó según la conveniencia de los habitantes, y al cabo supuso la transformación en una zona urbana despiadada, como otras muchas, aunque el enclave de la Casa de Campo y la propia belleza intrínseca de la vega en cuestión han preservado parcialmente el entorno natural como botón de muestra de lo que fue y del modelo que en buena lógica se debería recuperar, en la medida de lo posible