Relatos en azul

Delicado, Charo

El escritor observa, admira, contrasta, perfila, guarda y recrea, en la agenda de su mente, todo lo que le llama la atención, y después lo selecciona, lo pule y lo plasma en un folio en blanco, en su paleta. El lenguaje, al narrador, le preocupa especialmente. Va buscando, aunque no siempre, además de la claridad, corrección y verosimilitud, la estética, las imágenes literarias, las frases poéticas, las metáforas, los simbolismos, hasta conseguir lo que pretende: un cuadro Taif, no a base de pinceladas de intensos colores, sino un cuadro colorista, a base de palabras pintadas, elegidas, buscadas, brillantes, sonoras, que agradezca y valore el lector.
Quizá, ¿Por qué no?, -se planeta, imaginativa, la autora –el relato encierre en sí, aquel sueño que se escapa siempre del tiempo...