Villa Valdés, Ángel
(ed.)
García Quintela, Marco Virgilio
(ed.)
Editorial: Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA)
Número de páginas: 238 págs. 28.0 x 20.0 cm
Fecha de edición: 14-01-2025
EAN: 9788412957006
ISBN: 978-84-129570-0-6
Precio (sin IVA): 43,27 €
Precio (IVA incluído): 45,00 €
En 2020 el Real Instituto de Estudios Asturianos realizó una serie de conferencias donde pudimos escuchar a algunos de los más destacados profesionales de la arqueología castreña hablar sobre el extraordinario fenómeno de las saunas. Cuando nos referimos a ellas estamos hablando de edificios que presentan una serie de características muy singulares que podríamos resumir en una cámara de combustión, de forma absidiada generalmente que proporciona calor a una estancia en la que hay otro elemento imprescindible del conjunto, el agua, a través de pequeños depósitos y canalizaciones. Esta estancia, en el ámbito galaico fundamentalmente, tiene una entrada muy característica constituida por un bloque pétreo monolítico (las conocidas como pedras formosas ) que en ocasiones presenta una decoración espectacular. El conjunto suele presentar una serie de soluciones arquitectónicas destinadas principalmente al mantenimiento del calor y la humedad, que en ocasiones constituyen auténticos avances constructivos que no se emplean en otros edificios. Todos estos factores, además de otros como orientación y posición en el poblado, les otorgan una especie de carácter simbólico que ha llevado a su interpretación como lugar ritual, edificio comunal y simbólico etc. En el Cantábrico las saunas castreñas tienen una serie de características propias que las diferencian de las del sur de Galicia y norte de Portugal, y en Asturias contamos con varios ejemplos destacados en los castros de la cuenca del Navia. Es un fenómeno que se ha restringido habitualmente al ámbito de los castros galaicos de Galicia y Asturias en nuestro país, pero la investigación ha ido descubriendo otros edificios que podrían haber tenido un uso similar en otros complejos culturales como el cántabro y el vetón. Incluso en el centro-oriente de Asturias se especuló con la posibilidad de que hubiera una de ellas en el malogrado castro de Llagú, algo que no se pudo seguir investigando.