García, Manuel (1775-1832)
Díaz Marroquín, Lucía
(ed.)
Villoria Morillo, Mario
(ed.)
Editorial: Reichenberger
Colección: DeMúsica ; 16
Número de páginas: 296 págs.
Fecha de edición: 01-01-2012
EAN: 9783937734910
ISBN: 978-3-937734-91-0
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Precio (IVA incluído): 48,99 €
La ópera es el género que mejor ha venido definiendo la identidad cultural europea por encima de diferencias lingüísticas o conflictos territoriales desde que comenzaron a representarse las primeras favole o drammi per musica en las academias italianas de los años 1600. Su exportación al resto de Europa requirió a menudo la intervención política directa, aunque las adaptaciones nacionales más variadas a partir de los distintos sustratos dramáticos nacionales no tardaron en surgir, desde el ballet de cour o la masque hasta el Singspiel o la zarzuela. Su doble desarrollo en los ámbitos paralelos de la alta cultura y la cultura popular son la demostración evidente de hasta qué punto ha llegado a impregnar los países en los que se representa. Aun así, el rito de la asistencia al espectáculo operístico y la distancia que impone la cuarta pared que separa el escenario del público vela en ocasiones la percepción de los cuatro aspectos que constituyen su esencia: la voz humana, la palabra en música, el gesto escénico y la puesta en escena de la pasión.
Cuando Manuel Patricio García (1805-1906), hijo del tenor Manuel del Pópolo García –primer Conde Almaviva en Il barbiere di Siviglia de Rossini– y hermano de la mezzosoprano María Malibran y de la contralto Pauline Viardot publicó su Tratado completo del arte del canto, pretendía, precisamente, proponer a los lectores una herramienta útil para comprender y practicar la más exigente y perfecta forma de poesis: el canto operístico surgido de los preceptos del bel canto.