Un lugar en el pasado

Bosquet Llopis, Manuel

Enrolado en un carguero, Roberto sucumbe una noche a la imagen que le devuelve el espejo. El cristal no muestra su figura tal como es, un hombre solitario, abrumado por la angustia y con una coraza defensiva impenetrable, sino la del niño que un día fue y que ahora tiene que sacar para deshacerse de todo el mal que hurga sus entrañas. En el barco, Roberto, que se ha granjeado la enemistad del resto de tripulantes debido a su asocial carácter, decide seguir las tesis de Freud y psicoanalizarse para purgar su interior. Poco a poco,y con ayuda del cocinero del barco, Asplund, un buen hombre con una tormentosa historia, Roberto irá relatando en el viaje la amargura de una infancia de miseria y desesperación.
Cronológicamente, la narración abarca la horquilla temporal de la década de los cuarenta hasta finales de los sesenta. Por ello, la historia no solo ofrece un retrato psicológico de los personajes, base fundamental de la obra, sino que también aporta imágenes y situaciones de la España que aún sangraba tras la Guerra Civil: hambre, miseria, rencores y miedo quedan patentes en algunas secuencias.
Así, Manuel Bosquet deja entrever que somos un producto del mundo exterior, pero también de nuestro lado más íntimo, y que las circunstancias sólo vencerán al que se quiera dejar vencer.