Varia fortuna de Pompeyo Lauro

Donate, Dativo

Los personajes protagonistas de Nuestra Señora del Ciberespacio vuelven en dos narraciones independientes, en un futuro que no quisiéramos tan inmediato.
En Pues las paga el vulgo, es justo, Pompeyo Lauro, Nelson y Maite acuden a un plató de televisión, donde van a entrevistarlos. El asesinato del presentador aborta el programa, al tiempo que propicia una nueva aventura del equipo en los entresijos de los entretenimientos audiovisuales, engañosos y efímeros.
En El insólito caso de la Conductina, Lauro y Nelson llegan a un pueblo que evita el éxodo rural mediante un apaño con una empresa. Esta se encarga de que las multinacionales experimenten sus productos con los habitantes, a cambio de un modesto sobresueldo. Un asesinato en esta comunidad parece imposible, puesto que todos toman un compuesto que refuerza el sentido ético hasta extremos idílicos.
En ambas narraciones se ofrece, además de un aviso siniestro sobre el futuro cercano, una reflexión sobre la narración industrial y, sobre todo, humor y aventuras sin tregua. Como se explica en el epílogo (que da título al volumen), los casos de Pompeyo Lauro alentaron la génesis de una serie de TV.