Vida después del suicidio

Alcover, Xavier

Lucas se ha tirado a la vía del tren, pero pronto descubrirá que tras su fallecimiento, la vida continua en el Mundo Claroscuro, una dimensión paralela a la realidad densa y material de su ciudad, Barcelona.
Sin embargo, su muerte brusca, por suicidio, ha reducido considerablemente su nivel de consciencia hasta el extremo de olvidar su propio nombre.
En cuanto empieza a recordar, siente una culpa y un odio hacia sí mismo que reducen su vida a un mero punto de luz en la impenetrable oscuridad del Infierno.
Con el paso del no tiempo, Lucas vivirá fugaces recuerdos de su anterior vida y descubrirá que la compasión y el perdón a uno mismo pueden llegar a elevar su escala de consciencia y sus probabilidades de ascenso a la Paz Eterna, pero antes deberá resignarse a ser un alma errante del Mundo Claroscuro y, sobre todo, aprender a evitar el Infierno