Mayas Arellano, Julia
(ed.)
Editorial: Sanz y Torres
Número de páginas: 448 págs. 27.0 x 21.0 cm
Fecha de edición: 03-10-2023
EAN: 9788418316609
ISBN: 978-84-18316-60-9
Precio (sin IVA): 50,00 €
Precio (IVA incluído): 52,00 €
Inmortalizar aquel olor tan profundo a pan recién hecho que impregnaba las paredes de la casa del pueblo y que era capaz de transportarte a aquellas tardes maravillosas de verano junto a toda la pandilla. Explicarle a tu hijo qué es un «dinosaurio» mientras disfrutáis en el cine la última entrega de la saga de Jurassic Park. No olvidarte de pasar por la pastelería que hay cerca de la oficina para recoger la tarta de chocolate que tanto le gusta a tu chico porque esta noche celebraréis juntos su 37 cumpleaños. Poder disfrutar de la luna llena que se incrusta en el cielo de esas interminables noches de junio mientras cabalgas a un precioso caballo perla que tantos buenos ratos te ha dado estos últimos cinco años. O simplemente, aprendiendo poesía, cantando canciones de los años 80 en el karaoke del barrio, cocinando pasta o fantaseando con las próximas vacaciones de verano. Todas estas experiencias que sentimos en nuestro día a día no son otra cosa que la evidencia de que la memoria está en todas partes, en todos los aspectos de nuestro mundo exterior, como ya apuntó nuestro querido Aristóteles (350 a.C), al compararla con una extensión de nuestros sentidos. Pero la memoria también es el reflejo de nuestro mundo interno, permitiéndonos contar la historia de lo que hoy somos gracias a que hemos podido beneficiarnos de las experiencias vividas.
La memoria humana es maravillosa, atrevida, sorprendente y peculiar, aunque a veces un poco olvidadiza, pero sobre todo, ni es simple ni mucho menos monolítica. Como ya intuyeron los filósofos clásicos, conjeturaron poetas e historiadores durante todos los tiempos, y hoy corroboran los científicos que han abordado su estudio, gracias a la memoria, o mejor dicho, a las múltiples caras de la memoria, podemos reexperienciar el pasado, concebir el presente y proyectar nuestra vida hacia el futuro. Sin lugar a dudas, como ya apuntaba Platón, todo un «don» que la madre de las musas, Mnemósine, regaló al hombre.
La memoria ha tenido un largo pasado y muchos de los aspectos que actualmente se conocen sobre la memoria son gracias al interés que desde siempre ha despertado puesto que, al fin y al cabo, forma parte indispensable de la naturaleza humana. Este interés se ve reflejado en las investigaciones que, desde los inicios de la Psicología científica, allá por los comienzos del s. XIX han ido creciendo exponencialmente en el mundo entero. En España, así como en otros muchos países, el estudio académico de este proceso mental no sólo se hace evidente en las asignaturas de los planes de estudio de «Psicología» sino que también constituye una materia importante en otros programas académicos distintos a la misma (p. ej., educación, criminología, trabajo social, medicina, etc.). De la misma forma, es evidente que, tanto en los contextos de investigación básica como aplicada, el estudio de la memoria humana representa un hito relevante. Por ejemplo, los estudios de laboratorio sobre el funcionamiento de las falsas memorias, las amnesias o la memoria prospectiva, se ven reflejados en áreas como la Psicología del Testimonio, complejos programas de rehabilitación en pacientes con déficits severos en memoria en el contexto más clínico o la actuación de expertos en campos como el de la aviación o la medicina.