Editorial: Centro de Estudios Europa Hispánica
Colección: Confluencias
Número de páginas: 440 págs. 24.5 x 17.0 cm
Fecha de edición: 16-06-2025
EAN: 9788418760563
ISBN: 978-84-18760-56-3
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Luis de Vargas, pintor tan poco estudiado como importante para el arte español del siglo XVI, volvió a Sevilla en 1550 tras dos décadas largas en Italia e irrumpió en el panorama artístico local «abriendo con su luz nuevo camino», como dijo Pacheco. Si Hernando de Esturmio y Pedro de Campaña habían marcado el signo de una nueva etapa en la pintura sevillana en 1536, Vargas superó la impronta flamenca e impuso la maniera heredera de Perino del Vaga, Giorgio Vasari y Francesco Salviati, convirtiéndose en un artista venerado, demandado e imitado. Los escritos destacan su habilidad para el retrato, pero hubo de ser además un fresquista extraordinario. Sin embargo, para comprender su formación romana y su obra posterior son claves sus dibujos, donde quedó reflejado ese universo estético que marcó toda su obra.
Además de poner en valor el entorno social de Vargas y su aportación a la pintura sevillana, gracias a una exhaustiva revisión de las fuentes primarias se ofrecen datos hasta ahora desconocidos sobre su vida familiar y se documentan obras perdidas de las que no había noticia. Al hallazgo de algunos cuadros y la atribución de nuevas tablas se suma un estudio detenido de varios de sus principales retablos, que arroja luz sobre la pintura de Vargas y sus referentes formales, pero también sobre su clientela y el complejo ambiente espiritual de la Sevilla del momento. El libro se completa con el primer repaso a la fortuna crítica de Vargas y a los pintores que se formaron con él. Pese a que entre tablas y conjuntos retablísticos su obra conservada no supera la quincena, Vargas tuvo un papel decisivo en el desarrollo posterior de la pintura sevillana.